El uso de estufas que funcionan con pellet se ha vuelto cada vez más común, superando en muchos casos a las tradicionales que utilizan gas o leña. Si aún no conoces este biocombustible 100% renovable, estás en el lugar indicado. En este artículo te explicamos qué es el pellet, sus ventajas, y cómo puedes utilizarlo y almacenarlo de manera adecuada.
¿Qué es el pellet?
El pellet es un pequeño conglomerado formado a partir de virutas de madera y serrín, con un tamaño aproximado de dos centímetros. Se trata de un biocombustible completamente natural y renovable que ha ganado popularidad en los últimos años, no solo por ser respetuoso con el medio ambiente, sino también por ser uno de los combustibles más económicos del mercado.
Un aspecto importante en la fabricación del pellet es que la madera utilizada debe estar completamente limpia. Si contiene corteza, puede arrastrar arena, y si se incluyen hojas, la clorofila podría convertir el pellet en un material tóxico, dañando la estufa o caldera. Por tanto, el proceso de producción requiere un control riguroso de la materia prima para asegurar su calidad.
¿Para qué se usa el pellet?
El pellet es ideal tanto para calefacción como para la generación de agua caliente, dependiendo del tipo de estufa que tengas. Además de su uso energético, también es adecuado como lecho para ciertos animales, como conejos, hámsteres o caballos, gracias a su capacidad de absorber la humedad y mantenerse limpio.
Proceso de fabricación del pellet
El pellet se produce mediante la compresión mecánica del serrín, que da lugar a pequeñas piezas cilíndricas. Lo más interesante de este proceso es que no se necesita añadir compuestos químicos, ya que la madera contiene una pequeña cantidad de resina natural, suficiente para unir las partículas y formar el pellet. Esto lo convierte en un biocombustible completamente ecológico.
Almacenamiento del pellet
Es fundamental almacenar el pellet correctamente para garantizar su durabilidad y eficacia. Normalmente, se utiliza un silo o tanque de almacenamiento, diseñado para guardar una cantidad suficiente de pellet que pueda abastecer la caldera durante al menos un año.
Existen diferentes tipos de silos de almacenamiento, entre los que destacan:
- Silo textil: tiene un sellado perfecto para proteger el pellet.
- Silo enterrado: se coloca bajo tierra, cerca de la caldera.
- Silo de plástico: habitualmente se ubica en exteriores y tiene una larga vida útil.
- Silo de mampostería: ideal si necesitas almacenar grandes cantidades de pellet, ya que se trata de una sala especialmente diseñada para este fin.
Ventajas del pellet
El pellet presenta una serie de ventajas que lo convierten en una opción muy atractiva para aquellos que buscan una fuente de energía eficiente y ecológica:
- Proporciona un poder térmico constante, lo que garantiza un rendimiento estable.
- Es uno de los combustibles más baratos disponibles en el mercado.
- Al ser 100% renovable, su uso ayuda a reducir la dependencia de combustibles fósiles.
- No produce olores desagradables.
- No conlleva riesgo de explosión, lo que lo convierte en una opción segura.
- Su fabricación fomenta la limpieza de los bosques, contribuyendo a una gestión forestal sostenible.
- Si se almacena correctamente, no tiene fecha de caducidad, por lo que puede conservarse en perfectas condiciones durante mucho tiempo.
En resumen, el pellet es un biocombustible ecológico, económico y eficiente, que no solo es beneficioso para tu bolsillo, sino también para el medio ambiente. Su correcta utilización y almacenamiento te permitirá disfrutar de una fuente de energía sostenible y segura.
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